Innumerables publicaciones científicas plantean que la sensación de soledad y aislamiento social, son factores de riesgo en adultos mayores. Esta propuesta está planteada como un espacio de acompañamiento, sin ser terapéutico.

Hace ya unas semanas, algunos alumnos de la Licenciatura en Psicología (casi graduados), respondieron a la convocatoria del área de FUNDRAISING, para charlar y acompañar a adultos mayores que están transitando este tiempo en soledad.

Laura tiene 70 años, vive sola y le cuenta a Oriana que “hay días que me visto como si fuera a salir, me gusta usar vestidos, me los pongo y salgo a la vereda, eso me levanta el ánimo” (ríe) “ahora para hablar con vos me vestí como si fuera que vendrías y estoy sentada en el sillón”. Al despedirse de la charla, Laura refiere estar agradecida nuevamente, dice que se siente feliz por poder hablar y sentirse escuchada.

Isabel le cuenta a Tamara que “su casa era como la central de transferencia de la familia, allí se reúnen todos siempre (los nietos esperan allí antes de ir al colegio y cuando salen también), pero ahora con la cuarentena eso se perdió”. Y agrega:” qué feo es estar sola, uno que es familiero cuesta mucho…”

Fabrizzio charla con Teresa una vez a la semana. Ella vive sola y extraña mucho a su marido que falleció. De los momentos más lindos que recuerda, resalta el tiempo en que estuvo casada. “47 años de casada, la primera etapa es todo un amor después merma”. “Te casás y no pensás en nada, después vienen los hijos, problemas económicos, se revelan los hijos”. “Con mi Mario fui muy feliz, con el viví muy feliz, él nunca fue un tipo jodido, de maltratar. Lo que tenía es que era muy recto y muy serio”.

Narena habla con Aurora, y cuenta que cada vez que hablamos: “ella me agradece y me dice que le hace bien que yo me preocupe por ella.  Se nota su alivio al poder expresarse y tener a quien contarle sus diferentes situaciones que atravesó y está pasando en este momento”.

Charlas que acompañan, que son esperadas por adultos mayores, que quizás tienen familiares, pero la distancia social propuesta como medida de cuidado hoy los mantiene alejados de sus afectos.